El avión se eleva lentamente sobre las azules,verdes,turquesas aguas que rodean la Isla de San Andrés, y al mirarlas,nos invade la sensación de que estamos ante un paisaje que quizás nunca volvamos a ver
Nos brindó su mar, sus playas de arenas blancas y la ENORME cordialidad de su gente.
Nubes algodonosas sobre tierras colombianas,vamos ,nuevamente rumbo a Cartagena de Indias.
Visón algo borrosa de la Bahía de Cartagena,con su mar y los altos edificios que flaquean sus playas.
Y volvimos a la ciudad amurallada,con sus piedras centenarias y las altas palmeras que la rodean¡Había que disfrutarla hasta el final!.
Nos reencontramos con ese universo bullanguero y colorido que parece tener su propio ritmo,donde los conductores de los mateos, explican,con voces sonoras, cada una de las características, de los mitos, de las leyendas que habitan este mundo mágico.
Una de ellas,cuenta que estas terminaciones en punta de los techos se hacían así porque se tenía la creencia que por las noches, las brujas volaban en sus escobas y las afiladas puntas podían detenerlas y hacerlas caer, para que no siguieran haciendo brujerías.¡¡¡Relato digno de Gabriel García Márquez!!!
Los balcones, las flores,los farolitos,están allí y seguirán estando para deleite de todos los que se asomen a esta ciudad detenida en el tiempo.
Cataratas de enredaderas se desbarrancan desde los techos coloniales.
Y.....nos encontramos con algunas sorpresas,como este Hard Rock Café, que conserva toda la estética de los que hay en otras partes del mundo...pero en una casona del Siglo XV.
Otra hermosa sorpresa fue este Museo del Oro y del Cobre de la Colombia Prehispánica,además con entrada gratuita,como debe ser la cultura.
Sólo dos pequeñas muestras de las BELLEZAS que esta cultura pudo crear, antes de ser destruida por la Conquista.
Saliendo de las murallas,esta preciosa estatua de mi amado Miguel de Cervantes Saavedra,escribiendo su Quijote de la Mancha.
Y como broche final, volvimos al Barrio de Getsemaní y frente a la Iglesia de la Santísima Trinidad,donde hace 200 años naciera el grito de libertad contra los españoles,este señor,micrófono en mano,realizaba un relato histórico sobre la ayuda que brindara Bolívar a la Emancipación Colombiana.
Los vecinos,sentados en sillas,escuchaban atentamente, mientras atardecía lentamente sobre Cartagena.
Es difícil transmitir las emociones, los momentos mágicos,los encuentros con este pueblo sonriente, paciente,alegre,servicial y afectuoso.¡Ojalá estas páginas hayan podido reflejar algo de lo que vivimos!
¡¡¡¡HASTA LA PRÓXIMA!!!¡¡¡¡ADIÓS COLOMBIA!!!
