Desde la Villa,una calle empedrada y empinada lleva hasta la verde, húmeda y bella Quebrada de San Lorenzo.
Iñaki,feliz,trepando y cabalgando entre esta vegetación increíble.
Confitería atravesada por el río¡¡Un lugar que transmite paz!!!
Esta construcción, el Castillo de San Lorenzo, hoy hotel y restaurant,fue levantada en el siglo XIX,a semejanza de un castillo florentino, su torre mide 25 metros,las piedras que lo conforman fueron arrastradas desde el río.
Sus rejas se hicieron con caños de fusiles Remington,utilizados en la Guerra de la Triple Alianza.
Preciosos lugarcitos para tomar un café, un té,contemplando el verde, una oficina de turismo y el clásico mercado municipal,son muestras de todos los servicios que la Quebrada ofrece¡¡¡Nos encantó explorarla!!