La Fortaleza de Santa Teresa

Esta monumental fortaleza denominada Santa Teresa,es el origen del Parque Nacional del mismo   nombre,se encuentra en uno de sus accesos.Ocupa 1 hectárea.Tiene forma de pentágono y sus cinco ángulos se rematan con elegantes garitas de vigilancia.

Sus muros exteriores alcanzan una altura de 115 metros,están construidos en granito de iguales dimensiones y perfectamente labrados.

Se accede por  un amplio terraplén, que en algunos tramos,alcanza los 7 metros de ancho y culmina en una sólida puerta principal de madera.

41 cañones,apoyados en troneras de granito,constituían su aparato defensivo.En 10 años desde 1765 a 1775,es construida por los españoles,sobre asentamientos anteriores,edificados precariamente por fuerzas portuguesas que pretendían adueñarse  de estas tierras.

En el interior de la Fortaleza podían alojarse 300 hombres.Las construcciones interiores, también realizadas en piedra,se  conservan en perfecto estado desde la época colonial,aunque sus techos fueron restaurados.

Prolijos muros encalados albergan  un cuarto de banderas.,una capilla, un cuarto de guardia,la despensa,las cuadras y los calabozos.

El Polvorín es otra de sus instalaciones muy visitadas,sus paredes informan, a través de prolijas explicaciones,los elementos defensivos con los que se contaba.

En su interior  se encuentran muñecos de cera,balas y armas de la época para sorpresa del visitante.

Todos los atardeceres, a las 18hs,bajo la fresca sombra de los árboles,se congregan turistas con sus cámaras ,para asistir a un evento único:EL CAÑONAZO.

La ceremonia comienza con una grabación explicativa, y luego dos soldados vestidos de época y al son de una marcha militar se desplazan hasta este antiguo cañón,cargan balas de salva y encienden  la pólvora,siendo aplaudidos y vitoreados por todos los presentes.UN RECUERDO INOLVIDABLE.

Últimas miradas a la bella Punta del Diablo,rumbo a  Montevideo y,luego,el regreso a nuestra querida Rosario.