lunes, 24 de septiembre de 2018

La piel de la Casa de Isla Negra



Las  últimas imágenes y palabras de este blog ,quieren ser un homenaje a Pablo Neruda y  a  su casa de Isla Negra ¡Ojalá puedan reflejar ese mundo polifacético que supo construir!.
El entorno que rodea la casa se encuentra impregnado del salitre del mar, del olor de los pinos y de la luminosidad de los cielos chilenos.



Originalmente, un cabaña de piedras existía en el lugar y recibía el nombre de Las Gaviotas, pero fue rebautizada como Isla Negra, nombre inspirado en los roqueríos negros que se asoman en el mar.




Las habitaciones principales miran al mar.El visitante entra por el patio trasero y la primera sorpresa es esta antigua locomotora, que,el poeta, enamorado de los trenes,  hizo traer arrastrándola con  bueyes y dos jepp.
Impresionan la piedra,la madera,las tejas rojas,y una torre que recuerda las existentes en Temuco, lugar con reminiscencias de infancia.



Cada detalle está rigurosamente cuidado.Parece reflejar el amor que el poeta y su tercera esposa,Matilde Urrutia, sintieron por este hogar, uno de los 3 que habitaron.Siete años de proyectos y obras transformaron la humilde cabaña en esta espléndida casa.


Es hoy Monumento Nacional y se encuentra administrada por la Fundación  Neruda,tiene un Centro Cultural donde se realizan exposiciones ,conferencias y recitales  de poesía.
En el Café Restaurant  se puede degustar el Caldillo de Congrio, preparado según la receta poética de la Oda al Caldillo de Congrio.




Por el costado de la casa se desemboca en un enorme espacio con una vista franca al mar. Allí se encuentran objetos  extraños y simbólicos , a los que se llega por senderos de arena bordeados de flores.




Una enorme ancla semienterrada parece señalar que éste era el lugar en el mundo para el poeta.




Envuelto en una gran escultura circular ,el  pez de escamas de metal mira con sus enigmáticos ojos de vidrio azulados y transparentes, a quienes se acercan a admirarlo.







Un bello campanario de troncos de madera sostiene orgulloso campanas traídas de mundos lejanos y cercanos.A su costado, un pequeño velero,atrapado en tierra firme,  se fue transformando en el punto de reunión de amigos y buen vino.




El mar, siempre el mar,  reflejado también en los frisos de peces, en los colores,y, lo veremos luego en los interiores.


Entre la casa y el mar,desde 1992, están sepultados Pablo y Matilde,cumpliendo sus deseos de ser arrullados eternamente por las olas.



Y ahora, sí,entramos en la casa, en la próxima página.




















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