lunes, 24 de septiembre de 2018

Las entrañas de la Casa de Isla Negra


Ingresar en la casa, es como sumergirse en un mundo mágico y único.Los pasillos estrechos, los techos abovedados,los revestimientos en madera nos llevan a la exacta sensación de que estamos en el interior de un barco o de un tren.


Objetos, objetos,objetos,que establecían una especie de comunión con el poeta.No eran comprados sino amorosamente buscados o gozosamente recibidos de manos de sus amigos.Así cada uno tenía su historia personal,



Su obsesión por los mascarones de proa lo llevó a buscarlos por los mares y desarmaderos del mundo.Cada uno de ellos tuvo su nombre y su historia¿ficticia?¿verdadera?¿literaria?Un lugar destacado ocupan en esta sala.



Quizás la más famosa de todas estas figuras femeninas que surcaban los mares, sea La  María Celeste, a quien Neruda dedicó estas sentidas palabras :
"Bello rostro de mujer, altos senos de madera que cortaron el viento.
Mascarón de proa que trae el recuerdo de una embarcación perdida.
Navega otra vez, sola y triste.
Se llenarán cada mañana tus mejillas de un misterioso rocío de lágrimas marinas".


Instrumentos de navegaciòn,colecciones, estatuas de guerreros y marineros,pueblan los ambientes entre la piedra y la madera.



Este comedor fue testigo de las largas conversaciones de Pablo y sus amigos,bajo la mirada siempre atenta del mascarón de proa o las esculturas.




Es famosa la llamada "sala del Caballo",allí, aletargado, se encuentra un enorme caballo de papel Maché, que perteneciera a una incendiada ferretería de la ciudad de Temuco y que recibía la admiración de los caminantes.El pequeño Neruda deseaba tenerlo y a fin cumplió su deseo.






En un estrecho espacio,casi un armario,aparece este baño,con sus paredes tachonadas de figuras femeninas en poses provocativas.



Este rincón íntimo alberga la mesa sobre la cual se escribió parte de la obra literaria.Cuentan que una mañana,Pablo vio flotar un madero de un barco naufragado al cual transformó en su pulido escritorio.




En el segundo piso se despliega la intimidad de la pareja.Un vestidor con placares que lucen orgullosos las iniciales P y M,como un sello del amor inmenso que los unió.

                              

Y espléndida, orientada hacia el inmenso ventanal, la cama desde donde un día partió,ya muy enfermo, para nunca más volver a su bella casa.

                                   


Y  con esta última imagen nos despedimos de un viaje esperado, soñado, proyectado y  compartido con entrañables amigos, que nos llevó desde Isla de Pascua hasta el Glaciar de la Laguna San Rafael y sus Fiordos,que nos enseñó los mil rostros de la Región de los Ríos o de los Lagos y que nos sorprendió con la naturaleza pura de la Isla de Chiloé ¡¡¡FUE MÁS DE LO QUE PUDIMOS IMAGINAR!!
¡¡¡HASTA PRONTO,CHILE!!!¡¡¡VOLVEREMOS!!!

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