lunes, 29 de octubre de 2018

Lago di Garda


Recostado sobre los Alpes,desplegando sus 382 m2. de superficie,nos encontramos con este Lago de Garda que nos sorprendió con sus colores,con formas pétreas y con la sucesión de pueblitos hermosos y diferentes.


Cólico, Malcesine,Bardolino,Limone,Saló fueron nuestros destinos en los días que recorrimos sus riberas,La parte septentrional del lago es alargada y estrecha y en la parte nordeste se levantan montañas del grupo del Baldo que alcanzan alturas de 2000 metros.



Elegimos Riva del Garda como el lugar donde viviríamos estos días.lo seleccionamos no sòlo por su enorme belleza paisajística sino también por su riqueza arquitectónica e histórica


Uno de los mayores ejemplos de esa fusión entre la historia y la actualidad es este  Museo Alto Garda, que funciona en lo que fuera un castillo del Siglo XII,denominado La Roca,que originalmente era una construcción defensiva.



Otro vestigio de ese pasado histórico es el Palacio Pretorio es un edificio del siglo XIV.Es probable que haya sido construido por la familia Scala.En la fachada principal se observa el escudo de armas del príncipe Obispo George III de Neideck

                           

El Lago nos reservaba aún muchas sorpresas, como este Catamarán que partiendo de Desenzano,nos llevó hasta Sirmione, para admirar su centro histórico y su castillo

                                 

Imponente alza sus torres y sus almenas,que un día formaran parte de una red defensiva que custodiaba a Verona.Fue clave para enfrentar a rivales de Milán y luego quedó bajo el dominio del Imperio Veneciano.



Como nunca se convirtió en residencia de la Corte, perdió prestigio e importancia,especialmente al construirse otro en Peschiera.En el siglo XX el estado lo restauró, devolviéndole su esplendor original.
                                                                              
                                             


El casco antiguo con sus estrechas calles sin veredas, tiene la magia de transportar a sus visitantes a otras épocas.


Y como regalo de despedida,desde Malsacine,una funivía nos elevó hasta el Monte Baldo a 1760 metros de altura
 Observar el lago y las montañas que lo rodean,fue una experiencia EXTRAORDINARIA.





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