Las callejuelas que abren desde la vía principal,Stradun,sorprenden al viajero con sus cafés,prolijos y diferentes,cuyas mesas destacan sobre el impecable piso de mármol,reluciente por las miles de pisadas que lo han recorrido a lo largo de los siglos.
No sólo se despliegan cafés, sino museos,hoteles, exposiciones de arte y viviendas particulares, ya que esta Stari Grad, sigue siendo una ciudad viva y en evolución.
La arteria principal, a cuyos costados encontramos mesas y sombras para descanso de los transeúntes, fue en su origen un canal que separaba las dos partes de la ciudad, fue rellenado en el siglo XII,adquiriendo el aspecto que hoy tiene.
Los edificios guardan una bella armonía, ya que después del terremoto del siglo XVII, muchos fueron reconstruídos obedeciendo a una planificación urbana estircta.
Desde distintos puntos de la ciudad se observan los imponente perfiles de la Catedral de la Asunción de la Virgen María,que se alza majestuosa con su cúpula azul.
Varios estilos arquitectónicos están en sus orígenes , en los siglos V y VI el bizantino , en los siglos XII y XIV el románico, y definitivamente,el bello estilo Barroco que hoy presenta,después del terremoto del siglo XVII..
El edificio más representativo de la Historia de la ciudad es el Palacio del Rector,fue sede de gobierno y residencia del Príncipe, el más alto cargo político, hasta 1808,año en el cual la República de Dubrovnik fue abolida.
El rector era elegido por el pueblo,disponía de una oficina y una vivienda en el palacio y ejercía el cargo durante un mes.En la puerta del palacio puede leerse la inscripción "Olvidese de lo privado y preocúpese por lo público".Este concepto era apoyado por medidas muy severas,el rector se convertía casi en un prisionero de su función.
Todo el conjunto arquitectónico es bello y armonioso, aún cuando convivan estilos diferentes, como lo demuestra el ecléctico patio interior con sus escaleras barrocas y su fuente gótica.
Hoy, hay entre sus paredes colecciones de pinturas,esculturas, el Museo de Historia de la Ciudad,y hermosos artesonados en los techos.
También se encuentran las antiguas cárceles.Oscuras,lúgubres,estrechas albergaban a los presos con condenas severas, especialmente si se los acusaba de conspirar contra el gobierno de la República.
Y nos despedimos de la antigua Dubrovnik,nos quedarán en la memoria sus muralllas, construidas desde los siglos XII y XIII ,sus 5 fortalezas, sus 16 bastiones y sus 120 cañones.¡Sin duda, este recuerdo será imborrable.!
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