Unos pocos kilómetros nos separaban del mundo extraño y único de los Uros.Esta moderna lancha nos llevó hasta ellos.
Sobre el lago, comenzábamos a ver las insólitas embarcaciones, confeccionadas con totoras que surcaban lentamente sus aguas.Turistas de todas las nacionalidades nos saludaban.
Pequeñas islas habitadas generalmente por clanes familiares aparecían entre la vegetación.La construcción de estas islas se hace formando una sólida capa natural con las raíces de la totora,a la cual llaman khili y sobre ella,distribuyen un mullido piso vegetal y construyen sus viviendas de una sola habitación.
El nombre de este pueblo preincaico proviene de diversas palabras: de los vocablos aimará qhana uro (claro día) y de uri (bravo,indómito),por lo que los uros fueron hombres bravos,claros y salvajes.Descendían de un grupo étnico llamado kapi.Así nos esperaban.
Habitan el Lago desde épocas muy antiguas, quizás impulsados por guerras entre pueblos.Se consideran los dueños de sus aguas.Hace 500 años perdieron su lengua original, y actualmente hablan el aymará, grupo étnico con el que se fusionaron.Conservan vestimentas y tradiciones.Aquí,nos reciben a nuestra llegada a una de las 36 islas en las que viven.
Para su sistema de desague,los pobladores construyen otra isla pequeña muy cercana a la que viven donde hacen sus necesidades, una vez al día, que luego van tapando con cal para evitar olores.
Nuestro guía, Omar ,perteneciente a esta comunidad, pero habitante de otra isla,. nos explica el sistema de gobierno:cada isla tiene un presidente ,elegido por los propios habitantes, que no puede ser reelecto en períodos consecutivos.Las mujeres también pueden presidir .Hay una autoridad que gobierna todas las islas.
Con pequeñas maquetas ,apoyadas sobre cubos de la raíz de la totora,explican la construcción de las islas,la distribución de las viviendas,la presencia del mirador y su vida cotidiana.Asisten a la escuela primaria a establecimientos que se encuentran en otras islas.Para cursar la escuela secundaria y la facultad ,los jóvenes se instalan en Puno de lunes a viernes y los sábados y domingos vuelven a su isla.
Luego de la explicación brindada por el Presidente,las mujeres nos mostraron sus artesanías y cantaron una bella tonada referida a la amistad,estrechando nuestras manos y solicitándonos que cantáramos una canción de nuestra tierra.Arrancamos con "Zamba de mi esperanza"....y los ojos húmedos de lágrimas.
Nos asignaron una mujer-guía ,quien mostraba la vivienda que sólo es utilizada para dormir, ya que cocinan afuera para evitar incendios.En las paredes cuelgan sus vestimentas.
Prestan sus atuendos típicos para que los turistas se lleven un precioso recuerdo de sus estadía.
Y nos fuimos de este universo increíble
Pero aún no terminaban de asombrarnos,subimos a una de sus embarcaciones y a dos remos nos llevaron hasta otra isla donde almorzaríamos. Jésica, que fue nuestra guía, rema descalza.Tiene 17 años,estudia en Puno , en la Facultad,la carrera de Turismo, por la mañana y por la tarde asiste a cursos de idiomas.
Final,final,final,con esta fotito que nos sacó nuestro guía subido en el mangrullo de la segunda isla que visitábamos..
Y concluimos el paseo, saboreando una rica trucha en este pequeño comedor donde éramos los únicos comensales.
¡¡¡¡¡UNA EXPERIENCIA M-A-R-A-V-I-LL-O-S-A!!!!!
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