sábado, 10 de abril de 2010

Salzburgo , la ciudad de Mozart.

En una mañana gris con llovizna y nubes amenazantes, partimos hacia Salzburgo,en el camino, un alto para observar esta primavera que, a pesar de todo, comienza a florecer.Esta pequeña ciudad austríaca, situada al norte de los Alpes, parece surgir de la piedra misma.La rodean dos montes :el Kapuzinerberg y el Mónchsberg.Sobre ellos se yerguen castillos, fortalezas, iglesias, viviendas que la adornan, como si fueran joyas.
Estamos MUY contentos porque a pesar del tiempo, subimos en un funicular modernísimo a la fortaleza Hohensalzburg, comúnmente denominado el castillo de Salzburgo, edificio emblemático que comenzó a construirse en el siglo XI y que sufrió diferentes ampliaciones en los siglos sucesivos.
La fortaleza es inmensa, ésta es una de sus torres y parte de sus murallas defensivas, donde aún están instalados cañones.
Desde sus explanadas se observan unas vistas impresionantes de la ciudad.El río que la atraviesa es el Salzach y al fondo se distingue la figura del otro monte que la enmarca.
Otra vista de la ciudad desde una explanada diferente.
Salzburgo es , esencialmente, la ciudad de Mozart,TODO se refiere a este músico genial, que paradójicamente ansiaba más vivir en Viena que aquí, porque consideraba que allí se apreciaba más su música.Esta es la entrada a la casa museo donde vivió.
El recorrido comprende varias habitaciones, por supuesto no se puede sacar fotos, pero "pirateamos", esta imagen de la cocina.
En una pared se encuentra reproducida su firma.Afuera se venden paraguas, perfumes, pañuelos, abanicos, llaveros,etc,etc,etc, con su imagen.
Siguen sorprendiéndonos estos objetos trabajados laboriosamente que sirven para anunciar y adornar los distintos comercios.Esta fina herrería le da un toque romántico a toda la ciudad.
También nos detenemos ante los adornos de los comercios,que combinan flores,muérdago, lazos de raso, luces y, por supuesto, quedan armados siempre y a nadie se le ocurre tocarlos.
En la plaza de la Catedral estaba este juego de ajedrez gigante que enamoró a Julito, al fondo, ese señor que se ve entre los arcos, tocaba en la guitarra el Adagio de Albinoni,todo era mágico.
Al lado del juego de ajedrez,se levantaba esta inmensa esfera con un hombrecito arriba que representaba al hombre que domina el mundo.Extraño contraste con la catedral de estilo barroco puro.
Una última imagen de Salzburgo, una callecita cualquiera, con un fresco pintado sobre la arcada, sus faroles y la infaltable torre con su reloj.
Esta ciudad tan bella fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO y realmente todos los rincones de la ciudad narran historias de tiempos pasados que han sido conservados para deleite de quienes la visitan.
Mañana.....Innsbruck

No hay comentarios:

Publicar un comentario