Viena,la Imperial

Un adiós nostálgico a las callecitas mágicas de Rothenburg que lograron embrujarnos el corazón y partimos hacia Viena ,recorrimos 600 km de una verde y luminosa campiña alemana y austríaca, en un día esplendoroso.Mañana de sábado , subtes mediante, desembarcamos ante la monumentalidad de esta urbe agitada y vivaz.
Subimos una larga calle empinada y ya nos tomamos un descansito en uno de los CIENTOS de caféS que aparecen por todas partes.
Algunas de las callecitas del casco antiguo se conectan por pasajes donde se encuentran negocios primorosamente arreglados.
Entramos a la Catedral de San Esteban, IMPRESIONANTE iglesia, que es uno de los símbolos de Viena.
Esta es su torre principal, mide 137 metros y su estilo es gótico florido.
Las notas insólitas se encuentran a cada paso, como este oso, que simplemente es la publicidad de una casa que vende peluches.
La monumentalidad también aparece a cada instante, lo vemos en estas esculturas, que adornan un antiguo palacio, que hoy cumple otras funciones.
En plena peatonal, se yergue imponente este rotundo y bello conjunto escultórico.
¡¡¡¡Ahhh, los mateos!!!Son muuuyy bellos, tirados por dos caballos de trote elegante, con choferes vestidos de negro ,con sombrero bombin en la cabeza.Una curiosidad:los caballos llevan "pañal", en realidad es un objeto de cuero que se les coloca debajo de la cola para que no ensucien la ciudad.A Julito lo fascinan, aquí lo vemos hablando con el conductor.
Subimos a una amplia terraza para poder tener una visión más panorámica de la ciudad y sus parques.
Este púlpito barroco pertenece a la Iglesia de San Pedro,pequeña pero muy imponente.
Este es el frente de la Iglesia de San Pedro, que se levanta entre las angostas calles, como si emergiera de la nada.
Con estas esculturas impactantes que parecen caerse sobre los turistas comenzamos a admirar el Palacio Real.
Imposible reflejar su magnificencia,ha sido la sede del poder de Austria durante 700años
Una serie de construcciones se encuentran en toda esta zona monumental, la Biblioteca Nacional,el Museo de Arte,el Museo de Ciencias Naturales,etc,etc,CÓMO CAMINAMOS,pero FELICES nos tiramos sobre el pasto de uno de los parques en esa tarde cálida de esta primavera vienesa.Mañana,veremos el palacio Belvedere,residencia de verano y museo,donde me encontraré con mi amado Gustav Klint, pintor que AMO.