martes, 22 de marzo de 2016

El antiguo y colonial corazón de Río



Dos barrios coloniales tienen un perfil propio : Santa Teresa y Lapa.En ellos se concentra la bohemia carioca,vistosos murales adornan sus adoquinadas calles.Casas de techos de tejas,balcones florecidos y la increíble Escalera de Selarón,son algunos de sus sellos distintivos.



Una de las imágenes más  característica de estos barrios, son los arcos de Lapa.Atravesándolos se ingresa a este mundo mágico y colonial.En realidad fue un monumental acueducto construido en el siglo XVIII para dotar de agua a Río de Janeiro. Está compuesto por 42 arcos , en 2 niveles,con 17,50m de altura y 240 m de largo.Hoy sólo se utiliza como viaducto y el antiguo bondinho  circula en sus alturas.



Santa Teresa parece más un pueblito colonial del interior que un suburbio carioca ,aquí se nuclean más de 40.000 personas dedicadas al arte.



En los últimos años Santa Teresa se transformó en un polo gastronómico y cultural con restaurants que rescatan la comida tradicional brasileña.



El mural representa  un símbolo de Santa Teresa,su famoso bondinho,que circulaba desde 1872, y que gracias al accionar de los vecinos,realiza un recorrido turístico , que pudo sobrevivir ante el avance de los colectivos.




Estas son las  vías por donde circula el simpático Bondinho y que  ascienden  y descienden las tortuosas y empedradas callecitas.




Uno de los atractivos mundialmente conocidos es la escalera de Selarón,como se la conoce popularmente , ella une Santa Teresa y Lapas y es obra del artista chileno Jorge Selarón quien se instaló en Río en el año 1983.Ante la decrepitud de esta antigua escalera de 215 peldaños, decidió decorarla con más de 2000 azulejos.


En un principio utilizó sólo los colores de la bandera de Brasil y luego, ante un encuentro casual con una colección de azulejos, comenzó a utilizarlos para componer una verdadera obra artística,como esta magnífica reproducción de la Bahía de Guanabara.


Muchas de sus creaciones tienen un contenido social,  ésta que rinde un homenaje a los habitantes de las favelas.


También se retrató a sí mismo.Consideraba que la Escalera era una obra viva, ya que permanentemente cambiaba los azulejos de lugar,dándole formas distintas.Recibía piezas de todo el mundo.La amó hasta su muerte pues lo encontraron en sus peldaños,asesinado.


Pudimos presenciar cómo aún mantiene presente el espíritu de su creador,con la presencia de este magnífico grupo de baile que danzó incansablemente sobre sus peldaños


Y un amable turista, nos tomó esta fotito.


El arte callejero plasmado en increíbles grafitis, que asumen la categoría de obra artística, se despliegan a cada paso sorprendiendo al visitante.



En la historia de esta zona,se destaca en su pasado ,la formación de los primeros reductos negros formados por los esclavos que huían de las plantaciones.Algo de ese pasado se refleja en esta presencia altiva y elegante.


Sentada al pie de este mural,acomoda su vistoso turbante dorado.


Y nos despedimos de las veredas angostas,las farolas coloniales, las mesas en las veredas y la música sonando en cada esquina,sabiendo que nos asomamos por un instante al corazón de esta ciudad.  














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