A sólo 50 metros de la playa más extensa de Buzios nos esperaba la increíble casa que sería nuestro hogar por unos días.Al terminar este corto caminito que unía la vivienda con el mar, nos encontrábamos con Geribá y sus 2km. de arenas blancas .
Un parque frondoso y perfumado nos rodeaba .
Todo el mobiliario del interior y del exterior está pensado para el disfrute y el placer del viajero.
Ahí encontramos sillones, almohadones, reposeras, sombrillas, mesas para desayunar mirando el verde.
Por unanimidad nombramos Reina Madre a Carolina.
Trasponiendo la puerta, nos recibió un despliegue de plantas, flores, detalles impensados,alacenas con vajilla de todo tipo, armarios con ropa de cama impecable.Cada rincón desplegaba calidez.
El sol penetraba a raudales por los inmensos ventanales iluminando los ambientes y las sorprendentes colecciones de sillitas que nos aparecían por todos los rincones.
El último día comimos esta moqueca,plato típico a base de pescado y leche de coco ¡¡¡¡¡DELICIOSO!!!
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