Aquí comienza nuestro recorrido por la luminosa Tafí del Valle,este pequeño mangrullo se encuentra en el comienzo de la calle principal, y es un símbolo de la ciudad.
Trepamos por los cerros que rodean el valle hasta este mirador,desde el cual se observaba un paisaje con nubes sobre las cumbres,ríos serpenteantes y pequeñas chimeneas humeantes.
Nos sentíamos pequeños ante tanta magnificencia.
Julito siempre encuentra un amigo perruno para acariciar,aún en las alturas
El camino montañoso nos llevó hasta la Estancia Las Carreras, y accedimos por este portal,no sólo a sus instalaciones sino también a un lugar de paz y silencio.
Dejábamos atrás el rumor de los poblados, para internarnos en este universo iniciado por los Jesuitas, quienes criaron ganado vacuno para realizar quesos ,que reproducían las recetas manchegas.
Antes de comenzar la visita guiada nos detuvimos a admirar y observar las explicaciones y los objetos que relataban la historia del lugar.
Leímos las minuciosas explicaciones sobre la expulsión de los jesuitas ,la posterior venta de la Estancia y la conservación de una tradición en la elaboración de quesos.
Hernán, nuestro guía nos sumergió en el mundo de esta industria.
Este es el entorno que rodea el casco ¡UN PARAÍSO!Parte de las instalaciones están transformadas en un hotel de 10 habitaciones,del denominado turismo rural.Un detalle:la noche cuesta $500(sólo con desayuno).
Abandonamos la Estancia y seguimos por ripio serpenteante ,deteniéndonos a mirar las casitas, las flores y los álamos amarillentos
Hasta llegar a este conjunto arquitéctonico cuyos orígenes comienzan en 1718,cuando los jesuitas adquieren enormes extensiones en las afueras de Tafí y construyeron una edificación para alojarse y administrar el lugar,así se edificaron una capilla, una amplia vivienda ,cuartos de servicio y un molino.
La arquitectura de la edificación se realizó en estilo colonial,con paredes de adobe,cimientos de piedra,pisos de ladrillos y ventanas con enrejados de madera.
Los techos originales están armados con paja del lugar, aunque algunos han sido reeemplazados por tejas.
Hoy funciona en el lugar un Museo Histórico Arqueológico que contiene bellos íconos coloniales,tinajas y elementos trabajados en piedra por los aborígenes de la zona.
Por esta galería accedimos a las seis salas que componen el Museo:Culturas Indígenas,Misión Jesuítica,Capilla Jesuítica ,Dormitorio Colonial,Exposiciones y Comedor Colonial.
Nos encontramos esta cabeza tallada en piedra en el patio del Museo y le hicimos un mimito...je..je..
Trepamos por los cerros que rodean el valle hasta este mirador,desde el cual se observaba un paisaje con nubes sobre las cumbres,ríos serpenteantes y pequeñas chimeneas humeantes.
Nos sentíamos pequeños ante tanta magnificencia.
Julito siempre encuentra un amigo perruno para acariciar,aún en las alturas
El camino montañoso nos llevó hasta la Estancia Las Carreras, y accedimos por este portal,no sólo a sus instalaciones sino también a un lugar de paz y silencio.
Dejábamos atrás el rumor de los poblados, para internarnos en este universo iniciado por los Jesuitas, quienes criaron ganado vacuno para realizar quesos ,que reproducían las recetas manchegas.
Antes de comenzar la visita guiada nos detuvimos a admirar y observar las explicaciones y los objetos que relataban la historia del lugar.
Leímos las minuciosas explicaciones sobre la expulsión de los jesuitas ,la posterior venta de la Estancia y la conservación de una tradición en la elaboración de quesos.
Hernán, nuestro guía nos sumergió en el mundo de esta industria.
Este es el entorno que rodea el casco ¡UN PARAÍSO!Parte de las instalaciones están transformadas en un hotel de 10 habitaciones,del denominado turismo rural.Un detalle:la noche cuesta $500(sólo con desayuno).
Abandonamos la Estancia y seguimos por ripio serpenteante ,deteniéndonos a mirar las casitas, las flores y los álamos amarillentos
Hasta llegar a este conjunto arquitéctonico cuyos orígenes comienzan en 1718,cuando los jesuitas adquieren enormes extensiones en las afueras de Tafí y construyeron una edificación para alojarse y administrar el lugar,así se edificaron una capilla, una amplia vivienda ,cuartos de servicio y un molino.
La arquitectura de la edificación se realizó en estilo colonial,con paredes de adobe,cimientos de piedra,pisos de ladrillos y ventanas con enrejados de madera.
Los techos originales están armados con paja del lugar, aunque algunos han sido reeemplazados por tejas.
Hoy funciona en el lugar un Museo Histórico Arqueológico que contiene bellos íconos coloniales,tinajas y elementos trabajados en piedra por los aborígenes de la zona.
Por esta galería accedimos a las seis salas que componen el Museo:Culturas Indígenas,Misión Jesuítica,Capilla Jesuítica ,Dormitorio Colonial,Exposiciones y Comedor Colonial.
Nos encontramos esta cabeza tallada en piedra en el patio del Museo y le hicimos un mimito...je..je..
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