Seguimos, asombrados, transitando la ruta 68, y comprendiendo en cada recodo, por qué este paisaje es uno de los mayores atractivos para turistas de todo el mundo.Nos detuvimos ante este cartel;El anfiteatro.
Este tajo entre las rocas nos llevó a un amplio espacio con una acústica maravillosa, allí las voces de las bagualas, se elevan al infinito, trepando por las paredes milenarias.
Cada paso nos acercaba a este monumento natural y a su magia.
Elevando la vista ,lejos, el cielo azul cobalto nos cubría.
Otra vez en el camino,nos salió al encuentro: el Sapo.
Allí está, viendo pasar viajeros desde el fondo de los tiempos.
Y seguimos deslizándonos, con el alma apretadita ante tanta belleza.
Hasta que una nueva herida,se presentó :La garganta del diablo.Es una secuencia de roca sedimentaria compuesta por materiales que se acumularon durante mucho tiempo.
90 millones de año le tomó a la naturaleza forjar la ladera para dar forma a este monumento natural.
La forma que hoy tiene se debió al agua, que fue penetrando en los poros y grietas de las rocas desgastándolas y moldeándolas.
Hubiéramos querido eternizar estos momentos, pero sabíamos que la maravilla de la Quebrada,que nos llevaba de Cafayate a Salta, estaba terminando.
Y al concluir el camino encontramos esta acogedora Posta de las Cabras, un restaurant rural, hotel y criadero de cabras.
Y aquí estamos,felices y con los ojos llenos de belleza.
Un acequia fragante y rumorosa corría cerca de nuestra mesa.¡Adiós Cafayate!
Este tajo entre las rocas nos llevó a un amplio espacio con una acústica maravillosa, allí las voces de las bagualas, se elevan al infinito, trepando por las paredes milenarias.
Cada paso nos acercaba a este monumento natural y a su magia.
Elevando la vista ,lejos, el cielo azul cobalto nos cubría.
Otra vez en el camino,nos salió al encuentro: el Sapo.
Allí está, viendo pasar viajeros desde el fondo de los tiempos.
Y seguimos deslizándonos, con el alma apretadita ante tanta belleza.
Hasta que una nueva herida,se presentó :La garganta del diablo.Es una secuencia de roca sedimentaria compuesta por materiales que se acumularon durante mucho tiempo.
90 millones de año le tomó a la naturaleza forjar la ladera para dar forma a este monumento natural.
La forma que hoy tiene se debió al agua, que fue penetrando en los poros y grietas de las rocas desgastándolas y moldeándolas.
Hubiéramos querido eternizar estos momentos, pero sabíamos que la maravilla de la Quebrada,que nos llevaba de Cafayate a Salta, estaba terminando.
Y al concluir el camino encontramos esta acogedora Posta de las Cabras, un restaurant rural, hotel y criadero de cabras.
Y aquí estamos,felices y con los ojos llenos de belleza.
Un acequia fragante y rumorosa corría cerca de nuestra mesa.¡Adiós Cafayate!
Que bien que se ve el sapo el año pasado visite la Quebrada de Cafayate y no me parecio tanto un sapo, jejeeje
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