miércoles, 27 de abril de 2011

Tierras salteñas: Cafayate:pueblo que lo tiene todo

Recorrimos ansiosos los escasos kilómetros que nos separaban de la bella Cafayate.Esta localidad, que habitan tan sólo 15.000 habitantes,es la población más joven del Valle,y se ha posicionado como uno de los puntos turísticos más importantes de Salta,por sus variados recursos naturales,por la elaboración de sus famosos vinos y por el desarrollo que le imprimió su gente emprendedora.
La ciudad nace gracias a la donación de una piadosa dama a principios del siglo XIX,la noble española Doña Josefa Antonia Frías Aramburu,quien cede ,al gobierno de Salta,un terreno que poseía en los Valles Calchaquíes para encomendarlos a la Virgen del Rosario.
Su nombre significa en lengua Quechua :Cajón de agua y en lengua Kakan :Pueblo que tiene todo,pero cualquiera sea su denominación, es amada por sus habitantes ,como lo demuestra la casa de este artista plástico,que estiliza las figuras de la llama y el ñandú .
Una de las joyas de Cafayate es su Iglesia que data del año 1.885,nació de una necesidad puesto que la antigua edificación estaba en ruinas.Su interior está compuesta por 5 naves.Tan sólo tres construcciones de este tipo sobreviven en Sudamérica
Llegamos a nuestro Hotel, que tenía este bello mirador desde donde se podía observar los cerros que rodean esta "perla del valle"
Paredes encaladas,maderas fragantes ,muchas flores,techos de tejas,así es la arquitectura predominante,sin estridencias, tratando de conservar el estilo colonial.


Anochecía sobre los cerros y comenzaba a mostrarse el cielo cafayateño,cantado por tantos poetas.Momento mágico.
Comenzamos a buscar una reliquia :un viejo molino ubicado a 6 km de la ciudad,fue una de las primeras construcciones llevadas a cabo por los colonizadores y evangelizadores españoles que llegaron a la región a fines del siglo XVI.
El molino de piedra fue instalado por los misioneros jesuitas hace 350 años,por este canal corría rumorosa el agua hacia la piedra.
Esta reliquia podía moler hasta 200 kilos de granos y su funcionamiento está estructurado sobre dos piedras circulares, una fija y la otra movida por el agua que se desplaza a través de esta paleta de madera.
Hoy, sólo el silencio rodea a las viejas piedras del molino, que están custodiadas por esta amable señora que, con una sonrisa,nos permitió un maravilloso viaje al pasado.
San Carlos, una de las poblaciones más antiguas,distante unos pocos kilómetros de Cafayate, homenajea su pasado con este aljibe en su plaza principal ,puesto que hace muchas décadas,los habitantes llegaban a este lugar para buscar el agua para su subsistencia.
Su arquitectura colonial aparece en cada rincón.
Su iglesia ,levanta dos elegantes torres con campanarios
Farolas, calles perfumadas,sol y sombras, invitan a descansar sobre estos banco de la plaza de San Carlos.
Un adiós a esta histórica localidad que sufriera cuatro destrucciones y nuevas fundaciones, en la lucha encarnizada entre los pueblos originarios y los españoles.

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