A unos pocos kilómetros de Amaicha del Valle,se encuentra la Ciudad Sagrada de los Quilmes , la recorrimos, emocionados,de la mano de esta guía, descendiente de una abuela diaguita , que con orgullo, no sólo explicó la historia y la geografía del lugar, sino también su propia historia personal.¡UN LUJO!Este cartel nos da un indicio de la dura lucha que sostiene este pueblo contra el aparato estatal, para tratar de que sus derechos sean reconocidos.206 héctareas les fueron expropiadas en el año 1977,se realizaron los trabajos de excavación y luego se concesionó su explotación,hasta el año 2002.Presentaciones judiciales mediante, lograron que el concesionario fuera expulsado y tomaron la Ciudad Sagrada,pero aún el conflicto está sin resolverse definitivamente.
En el lugar funcionaba un museo, una confitería y un hotel que hoy están cerrados, desde hace 4 años.
Abandonamos este sector, que testimonia el conflicto existente y comenzamos a caminar entre las piedras sagradas.
Las Ruinas son una maravilla arqueológica que testimonia el alto grado de complejidad y la riqueza cultural alcanzada por el pueblo aborigen de Quilmes ,integrantes de la Nación Diaguita.Tuvieron una altísima densidad de población y comenzaron su existencia en el siglo X d.C.
Alcanzaron un gran desarrollo sociocultural y un buen manejo de sistemas agropastoriles y de cultivo e irrigación muy complejos.La Ciudad fue descubierta en el año 1897 por el arqueólogo Juan Bautista Ambrosseti y restauradas por un equipo bajo la dirección de Norberto Pelissero.
El poblado está situado a 1.850 metros sobre el nivel del mar, en la falda oriental del Cerro Alto Rey,formando parte de la Sierra de Quilmes o El Cajón.
Se observan restos rectangulares y circulares de los cimientos de la construcción.Este asentamiento servía de hogar para las familias quilmes.La fortaleza se mantuvo en pie desde los años 800,hasta el siglo XVII,con una población estable de 5.000 personas.
Las construcciones, semisubterráneas, se componían de patios de planta rectangular, hasta de 25m de largo por 12 de ancho, encuadrados por enramadas que estaban asociadas a recintos circulares de 5 a 7 m. de diámetro, techados que servían de lugar de descanso y almacenamiento.Los muros eran anchos, de pared doble,rellenados con tierra y ripio,mezcla de gran poder aislante,se supone que los techos estaban construidos de barro amasado con paja.
Las construcciones estaban concentradas formando un denso caserío, dispuestas irregularmente,alternando con espacios abiertos y vinculadas entre sí por escalinatas, pasajes y callejones.
Poseían un complejo sistema de creencias, adoraban al sol,fuente cósmica de energía,al relámpago y al trueno,que asociaban a la lluvia fertilizadora.Valiosa manifestación de estas creencias son los petroglifos que se encuentra en la ladera sur del Cerro Alto del Rey.
Durante 6 siglos, los Quilmes fueron dueños indiscutidos del suelo que ocupaban, pero a fines del siglo XV comenzó la invasión Inca y los pueblos de los valles fueron sometidos uno a uno,pero el poderoso imperio Inca terminó en 1532 al producirse la conquista española.
Los Quilmes ofrecieron feroz resistencia.El gobierno español creó la Gobernación de Tucumán para poder conntrolar este estado independiente de los Valles Calchaquíes, compuesto por diversas tribus.
Y,finalmente,el entonces gobernador del Tucumán,Alonso de Mercado y Villacorta invade los valles y derrota a las tribus.No se contentó con la victoria y quiso dar un corte definitivo a las guerras periódicas con los calchaquíes.Uno a uno, los pueblos vencido eran sacados de sus fortalezas cerriles y trasladados a sitios lejanos.
Los últimos en salir fueron los Quilmes ,los sacaron de sus montañas y los llevaron a pie,encadenados hasta la costa bonaerense,donde los recluyeron en la reducción denominada Santa Cruz de los Quilmes , origen de la actual ciudad de ese nombre.Durante la travesía murieron más de 4.000 indígenas.
Por sucesos como éstos es que, al transitar por este valle se siente un sobrecogedor influjo que se desprende, no sólo del maravilla de su paisaje, sino también de las huellas que estas presencias humanas han dejado en sus entrañas y en su historia.
En el lugar funcionaba un museo, una confitería y un hotel que hoy están cerrados, desde hace 4 años.
Abandonamos este sector, que testimonia el conflicto existente y comenzamos a caminar entre las piedras sagradas.
Las Ruinas son una maravilla arqueológica que testimonia el alto grado de complejidad y la riqueza cultural alcanzada por el pueblo aborigen de Quilmes ,integrantes de la Nación Diaguita.Tuvieron una altísima densidad de población y comenzaron su existencia en el siglo X d.C.
Alcanzaron un gran desarrollo sociocultural y un buen manejo de sistemas agropastoriles y de cultivo e irrigación muy complejos.La Ciudad fue descubierta en el año 1897 por el arqueólogo Juan Bautista Ambrosseti y restauradas por un equipo bajo la dirección de Norberto Pelissero.
El poblado está situado a 1.850 metros sobre el nivel del mar, en la falda oriental del Cerro Alto Rey,formando parte de la Sierra de Quilmes o El Cajón.
Se observan restos rectangulares y circulares de los cimientos de la construcción.Este asentamiento servía de hogar para las familias quilmes.La fortaleza se mantuvo en pie desde los años 800,hasta el siglo XVII,con una población estable de 5.000 personas.
Las construcciones, semisubterráneas, se componían de patios de planta rectangular, hasta de 25m de largo por 12 de ancho, encuadrados por enramadas que estaban asociadas a recintos circulares de 5 a 7 m. de diámetro, techados que servían de lugar de descanso y almacenamiento.Los muros eran anchos, de pared doble,rellenados con tierra y ripio,mezcla de gran poder aislante,se supone que los techos estaban construidos de barro amasado con paja.
Las construcciones estaban concentradas formando un denso caserío, dispuestas irregularmente,alternando con espacios abiertos y vinculadas entre sí por escalinatas, pasajes y callejones.
Poseían un complejo sistema de creencias, adoraban al sol,fuente cósmica de energía,al relámpago y al trueno,que asociaban a la lluvia fertilizadora.Valiosa manifestación de estas creencias son los petroglifos que se encuentra en la ladera sur del Cerro Alto del Rey.
Durante 6 siglos, los Quilmes fueron dueños indiscutidos del suelo que ocupaban, pero a fines del siglo XV comenzó la invasión Inca y los pueblos de los valles fueron sometidos uno a uno,pero el poderoso imperio Inca terminó en 1532 al producirse la conquista española.
Los Quilmes ofrecieron feroz resistencia.El gobierno español creó la Gobernación de Tucumán para poder conntrolar este estado independiente de los Valles Calchaquíes, compuesto por diversas tribus.
Y,finalmente,el entonces gobernador del Tucumán,Alonso de Mercado y Villacorta invade los valles y derrota a las tribus.No se contentó con la victoria y quiso dar un corte definitivo a las guerras periódicas con los calchaquíes.Uno a uno, los pueblos vencido eran sacados de sus fortalezas cerriles y trasladados a sitios lejanos.
Los últimos en salir fueron los Quilmes ,los sacaron de sus montañas y los llevaron a pie,encadenados hasta la costa bonaerense,donde los recluyeron en la reducción denominada Santa Cruz de los Quilmes , origen de la actual ciudad de ese nombre.Durante la travesía murieron más de 4.000 indígenas.
Por sucesos como éstos es que, al transitar por este valle se siente un sobrecogedor influjo que se desprende, no sólo del maravilla de su paisaje, sino también de las huellas que estas presencias humanas han dejado en sus entrañas y en su historia.
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