Y...no podíamos irnos sin dar una vueltita más por esta tierra que sigue contándonos sus historias.Salimos del hotel el día de nuestra partida y en una mañana de sol díáfano...15km. y nos transportamos en el tiempo a Ostia Antigua,esta ciudad que existe desde el siglo IV a.C y que fuera el antiguo puerto comercial de Roma
Este espectacular castillo,pertenece al siglo XV,cuando el papa Julio II , mandó reconstruir la iglesia, las murallas y entonces se lo edificó y se lo conoce como el Castillo de Julio II.
Dentro de las murallas encontramos un casco histórico habitado,adornado con plantas y con deliciosos cafecitos.
Los restos de la ciudad se encuentran en esta enorme área arqueológica.Nos hubiera encantado recorrerla, pero era imposible.
La habitaban 60.000 personas y hasta ella llegaban las mercancías en gabarras tiradas por bueyes y que eran remitidas a la Capital.
El canal que conectaba el puerto con el río Tiber, llamado río pequeño (fiumiccino),ha dado nombre a toda la zona, incluso al Aeropuerto, que si bien se denomina Leonardo Da Vinci, para el mundo es el Aeropuerto de Fiumiccino.
Nos llegamos hasta sus extensas playas, donde los recuerdos de ese mundo silencioso y perdido ,parecen haber desaparecido
Bares, reposeras, confort,esperan ansiosos a los turistas.
Y Julito,contento, se despide
Y nos fuimos,rumbo a la locura del Aeropuerto....de vuelta a casa
Pero no se vayan ustedes ...aún les debo unas perlitas y alguna yapita.
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