Por las callecitas de San Gimignano,saliendo de su catedral, iba esta extraña pareja que acababa de casarse,él de chaleco y boina y ella con ese chal de colores vivos haciendo juego con su vincha.
¡¡Otra vez el alma de niño, anda toqueteando las estatuas!!
Por las abigarradas callejuelas de Siena, un séquito bullanguero seguía a esta muchacha que iba a casarse,era su despedida de soltera.
Julito: acá en Funes estamos sorprendidos por esa manía que te agarró en este viaje de andar manoteando cuanto miembro masculino se te aparece en el camino. Será una costumbre que se mantendrá una vez que estés ya acá en Rosario?... puede ser muy peligroso... recomiendo abandonar la costumbre una vez que tomen el avión de regreso.
ResponderEliminarUn abrazo para los dos
Adhiero totalmente a las palabras del comandante dulce.
ResponderEliminarRescatate Julito!!!
Un abrazo.Quique.